Dermocosmética

Tipos de piel sana.

DermocosméticaLa piel se puede clasificar en distintos tipos y su naturaleza es una característica variable que puede cambiar por el paso de los años o por la acción de factores externos. La luz solar, las influencias ambientales (como el aire seco), determinadas enfermedades (p. ej. diabetes), los cambios hormonales (p. ej. contracepción hormonal, pubertad, ciclo menstrual) o ciertos medicamentos pueden alterar el tipo de la piel. Los tipos de piel más comunes son:

La piel sensible.

Las personas con piel sensible alternan episodios de piel normal con episodios de piel alterada en el que se presentan una serie de manifestaciones cutáneas molestas, pero no graves como son: Picor, escozor, rojez y tirantez. Estas personas tienen mucha más facilidad que los demás para que su piel reaccione frente a distintos estímulos que pueden ser endógenos ( alimentos, medicamentos, falta de sueño, hormonas, estrés...) o exógenos (Productos químicos, temperatura, agentes climáticos, radiaciones UV, tejidos... ).

Suelen tener un estrato córneo más fino, una película hidrolipídica deficitaria y darse más en zonas más vascularizadas. Generalmente tienen alterada la función barrera de la piel aumentándose su permeabilidad y tiene además hiperreactividad nerviosa que desencadena la reacción inflamatoria fácilmente.

¿Cómo tratamos una piel sensible

Un cosmético adecuado es aquel que le hidrate, calme, proteja y repare y además debe estar formulado con agentes que no le vayan a desencadenar una nueva reacción alérgica. Debe ir acompañado por una limpieza suave con una leche limpiadora o gel limpiador y un tónico calmante o agua termal.